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Herencia

Por Jimena Cano

Madre
de tu cuerpo en tajos
he bebido savia envenenada,
sin embargo miel soy
ante la mirada otra.

¿Dónde quedó la pócima mortal?
¿Aún circula por mis venas?

Madre
te han operado tantas veces
sin anestesia.
Tu boca, grito de Munch,
en los pasillos del hospicio.

¿Será que mi fístula
es dónde gime lo indecible?,
y hasta mi nombre
condensa las letras de tu queja.

Madre
te he parido
y esa marca entre mis piernas
drena tu sangre tóxica.

Estás limpia y a salvo, ahora, madre.

La poesía pertenece al libro «Ecos del Linaje». Para adquirirlo ponerse en contacto con la autora (@jimecano75)  o la editorial (@lindayfatalediciones).