Hay que estar en el presente
Por Margarita Gautier
– ¿Cómo está hoy?
– ¿Cómo estoy hoy?
Involuntaria y prematuramente obsoleta. Anacrónica. Patética. Flaca.
Empachada estoy. Empachada de textos, audios, memes, imágenes.
Alerta. insomne.
Asustada estoy, aterrada no, crónicamente asustada.
Irascible, sensible, imprevisible.
Atorada, asqueada, llena.
Envidiosa, ansiosa, deprimida.
Alerta.
Desesperada, desesperanzada y cansada. Contracturada.
Políticamente correcta, a punto de implosionar y romperme sola, sin hacer ruido y sin molestar.
Acribillada, baleada, totalmente agujereada. Estallada.
Vulnerable. Me siento débil, pero soy fuerte.
Aguantadora. Asustada.
Malhumorada. Desorbitada. Enojada. Indignada. Resentida. Decepcionada.
Confundida. Desorientada y desubicada. Inadaptada por dentro, funcional por fuera.
Estremecida. Descreída. Inhibida. Confundida. Se me mezcla el Paco Rabanne de los 70 con el Issey Miyaki de los 90, la infancia con la adolescencia, la bicicleta con los primeros novios se me mezclan. La infancia con la madurez se me mezcla.
Se me mezcla el perfume de pino de Luigi, el hombre de grandes manos que desabrochaba los botones de la blusa con la media dentadura de la abuela en el auto, las sábanas de la madre de Luigi con las sábanas de las florecitas, llas murallas capitalistas con los ascensores, la embarazada con la no embarazada, el mail de la doctora con Caperucita Roja, el bebé recién nacido con los príncipes haciendo asados y hablando de chicas veganas, el mar con la heladera, la heladera con los elefantes de losa, los laburantes del frigorífico con la jauría de tiburones que cuidaba el gordo sudado, las viudas negras con el fibroso profe Lucas del gimnasio de Caballito, el pollo al curry con la gente de Rafael Castillo, Marie Kondo y su bombacha con la señora que se hizo miles de tratamientos de fertilidad, los chats del consorcio con los chats de Voley Playero con los chats de amiguxs con el cuento de lxs niñxs buenxs y niñxs malxs, la colectivera con los comensales insectos, las enfermedades con las fiestas, las fiestas con las discusiones, la ficción con la realidad, la realidad con el plagio.
Se me mezcla el cuento que escribí con la charla de ayer en que mi papá, que tiene 85, me contó que había soñado con que mi hijo mayor se iba a la selva y él abogaba porque no se fuera un mes porque era mucho, y lograba que se fuera tres días a la selva, – ojo que era un viaje iniciático, lo de la selva era una metáfora en el sueño. Me parece que soñé eso porque leí un cuento de Quiroga en que un tipo comía una miel paralizante y lo encontraba días después su amigo hecho esqueleto sentado bajo un árbol. Se lo habían comido las hormigas- dijo. – Mirá vos, no conocía ese cuento. Qué bueno que pensaste que por ser su primer viaje a la selva un mes iba a ser demasiado pa- le dije.
Se me mezclan los hijos con los padres. Los cuidados se me mezclan.
Destemplada.
Alerta.
Luchadora.
Acelerada.
Asustada.
Asustada.
Asustada yo que siempre fui osada. Me gustan los versitos infantiles y cursis. Me gustan por ser infantiles y cursis.
Atribulada. Atrincherada. Atada. Amordazada, Ahogada. Asfixiada. Alerta. Autodestructiva. Hirviente.
Despojada. Indigna.
Rebelde por dentro, sometida por fuera. Un alfajor me siento doctora.
Uh… acaba de posarse sobre mi mano una vaquita de San Antonio.